El proyecto Confortma desarrolla nuevas baldosas que regulan la temperatura y humedad

 

Esta innovadora idea desarrollada por Gimecons junto a Realonda y el Instituto Universitario de Tecnología Cerámica de la Universitat Jaume I (IUTC-UJI), tiene como objetivo principal buscar la mejora de la salud, el confort y la sostenibilidad medioambiental y energética.

 

Los nuevos materiales permiten disminuir el consumo de refrigeración y calefacción, así como reducir las emisiones de CO2 energéticas y el impacto ambiental de la construcción. Estos productos cerámicos y poliméricos eliminan los compuestos orgánicos volátiles (COV) en espacios de interior.

La base de este proyecto se ha basado en la investigación en el marco de la economía circular, dando valor a determinados residuos del diseño del producto. De esta forma, a través de la tecnología inkjet se ha aplicado decoraciones y esmaltes a la cerámica con la intención de aunar diseño, estética y funcionalidad.  

 

 

Por una parte, los materiales reguladores de temperatura se basan en cambios de fase que consiguen almacenar y liberar una gran cantidad de energía. Su finalidad es disminuir los picos de temperatura y retrasar la respuesta térmica del edificio con respecto a la del exterior. Así, permite reducir el consumo energético. Para ello, es necesario realizar un diseño de nanoestructuras porosas en el interior de la pieza cerámica.

Por otra parte, estas baldosas porosas y absorbentes tienen la capacidad de concentrar COV y regular la humedad del interior del habitáculo.

En cuanto al diseño y recubrimiento de este material cerámico, podrá decorarse mediante diferentes técnicas siempre y cuando no se cubra totalmente la superficie del azulejo. 

Cabe añadir que, Realonda ha sido reconocida con el Alfa de Oro en 2021 por la fabricación de estas baldosas cerámicas funcionales con capacidad autorreguladora de humedad. 

 

 

Para resumir, el proyecto Confortma ha sido cofinanciado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y los fondos FEDER, permitirá reducir el impacto medioambiental y económico en los edificios. Además supondrá un beneficio para la salud y el confort de los consumidores.